¡Embárcate en un viaje inolvidable partiendo de la vibrante San Giovanni Rotondo! Nuestro encantador chófer está listo para llevarte a la encantadora ciudad de Monte Sant'Angelo en un acogedor coche o furgoneta. Tras una emocionante visita guiada, prepárate para un tranquilo viaje de vuelta a San Giovanni Rotondo con nuestro amable conductor.
La visita guiada a Monte Sant'Angelo se centrará principalmente en el centro histórico, el castillo y el santuario de San Miguel Arcángel, que en 2011 se convirtió en Patrimonio de la Humanidad de la Unesco con las rutas longobardas de Apulia.
La visita comienza en el castillo (exterior), originalmente un castillo bizantino construido antes del año 1000, que posteriormente fue flanqueado por una torre, la llamada Torre de los Gigantes, caracterizada por una altura de 18 metros y un grosor de muro de 3 metros y ampliada por los normandos, suevos y aragoneses. Puedes visitar las distintas salas, incluida la sala del tesoro, y las impresionantes pasarelas de las murallas con una vista panorámica de toda la ciudad y el Gargano.
Después del castillo llegarás al exterior del santuario de San Miguel, donde admirarás la imponente torre octogonal construida por Carlos I de Anjou siguiendo el modelo del Castillo del Monte.
La visita continuará en el interior de la cueva donde se venera a San Miguel Arcángel desde el siglo V. El nivel inferior, por tanto, incluye la cueva, a la que se accede directamente desde la escalera angevina, el museo devocional y las criptas.
Bajando por la escalera angevina hasta llegar a la cueva del “hogar terrenal” de San Miguel, percibirás una sensación de espiritualidad y misticismo difícil de explicar.
En el altar mayor puedes admirar la estatua de San Miguel Arcángel, de mármol de Carrara, que sostiene con su mano derecha una espada que simboliza el poder sobre el mal que procede de Dios.
En el interior de la cueva, dentro de la estatua del Santo, se encuentra la silla episcopal y la estatua de San Sebastiano. Las criptas se encuentran en la época lombarda y servían de entrada a la cueva, son ricas en inscripciones a lo largo de las paredes que dan testimonio de la considerable afluencia de peregrinos de toda Europa desde la época lombarda.
También en 1216 San Francisco de Asís pasó una visita a San Miguel Arcángel, pero no sintiéndose digno de entrar en la cueva, se detuvo en oración y recogimiento en la entrada, besando repetidamente la tierra y grabando en una piedra el signo de la cruz en forma de “T” (Tau), signo que aún es visible y venerado como reliquia del paso del Santo de Asís en la Basílica Celeste y Angélica.
El recorrido termina con una visita al museo y al lapidario que hay en el interior de la basílica.
Y no temas, nuestro conductor se asegurará de que tu viaje de vuelta a San Giovanni Rotondo no sea sólo un paseo, sino una experiencia cómoda y atractiva, ¡haciendo que toda tu aventura sea realmente memorable!